1.- Observar manchas móviles, destellos de luz, halos y presentar sensibilidad a la luz
Las “moscas volantes” que podemos ver en nuestro campo visual se denominan miodesopsias.
Se trata en la mayoría de los casos, de degeneraciones normales del gel que tenemos dentro del ojo, denominado humor vítreo.
Aunque suelen ser inocuas y bastante habituales, debemos visitar al oftalmólogo para controlarlas y para descartar otros problemas más graves, como un desprendimiento de la retina.
También puede darse el caso de que se observan una especie de halos alrededor de las luces. Puede ser que necesita un cambio de gafas o lentillas, pero también puede ser un síntoma de una migraña ocular o incluso un aumento brusco de la presión intraocular.
Además, la sensibilidad a la luz (fotofobia), también es uno de los síntomas de la migraña ocular o de que
hay presencia de alguna inflamación en el ojo.
2.- Irritación y sequedad ocular
La irritación de los ojos y la sequedad ocular pueden ser síntomas de la enfermedad del ojo seco, una condición crónica que se produce por alteraciones en la formación de la lágrima o por alteraciones que disminuyen el tiempo de contacto de la lágrima en la superficie ocular. Resulta bastante molesto, por lo que se recomienda visitar al oftalmólogo para encontrar un tratamiento médico personalizado.
3.- Exposición accidental a sustancias químicas
Si por alguna circunstancia estás expuesto a sustancias químicas y alguna entra en contacto con tus ojos, lo más recomendable es que los laves con abundante agua fría durante unos minutos y que visites a tu oftalmólogo para descartar daños/lesiones que puedan haberse producido.
Un saludo,
Mirja
Optometrista en VISIONKER (Clínica oftalmológica de Torrevieja – Eye Clinic)